Los perros peligrosos se convierten periódicamente en motivo de campaña política al aparecer alguna noticia en la que alguien es herido o muerto por el ataque de un perro cuya raza no identifican pero al que tachan de perteneciente a la lista de perros potencialmente peligrosos.
La tenencia y/o cría de razas de perros potencialmente peligrosos en España está sujeta a una normativa asimilable, casi, a la tenencia de armas.
Además los particulares no pueden tener perros adiestrados en ataque, sólo pueden tenerlos las empresas de seguridad con licencia y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.
Para conseguir, por ejemplo, una licencia para perros peligrosos en la Comunidad de Madrid es necesaria una documentación extensísima que incluye documentación suficiente del solicitante, la cartilla sanitaria del “perro peligroso“, certificado veterinario de la situación sanitaria del perro, licencia para la tenencia y manejo de perros potencialmente peligrosos, seguro de responsabilidad civil específico para perros potencialmente peligrosos y la residencia habitual e incidentes protagonizados por dicho perro.
La lista de perros potencialmente peligrosos se mantiene prácticamente en todas las comunidades autónomas, podemos usar como ejemplo la de la comunidad de Madrid, en la que aparecen las razas de perros peligrosos más conocidas como el pit bull, el Staffordshire, el American Staffordshire y otras desarrolladas como perro de pelea o de ataque como el fila brasileño, el tosa inu y el dogo argentino.
Incluyen en la lista, curiosamente, sólo una raza de guarda y defensa, el Rottweiller, que por su apariencia y peso se aproxima a la imagen de perro de presa aunque su origen sea de perro pastor, y aún más curioso, añaden una raza de perro nórdica, el akita inu, que aparte de ser japonesa no ha demostrado ser más peligrosa que el malamute, por ejemplo.
No incluyen otras razas que, aún siendo más populares que alguna de las incluidas, tienen más potencia de mordida y más tamaño, como el alano español o el presa canario, se saltan al cane corso, no incluyen ningún amastinado; y todo esto lo suplen con una definición vaga de morfología aplicable a muchas razas de perros y a muchos de sus cruces, incluyendo el tamaño, la profundidad del pecho, las patas rectas, el pelo corto.
Aquí me han descolocado, esto no lo entiendo: ¿le cortan el pelo a lo marine para que ataquen con más ganas o es que con rastas no muerden?
La musculatura, la configuración, el carácter, o sus antecedentes aunque no se parezca a ninguno, como perro peligroso.
¿Esta lista es vaga o me lo parece?
La gente sabe lo agresivo que es un teckel de pelo duro (perro peligroso no es porque es bajito, tiene las patas cortas, la boca pequeña y el pelo no es corto, pero muerde y fuerte.) Aunque de acuerdo que hasta ahora no ha provocado muertes y desde luego daría lugar a un cierto que se yo.
Los caniches gigantes se usaron como perros policías, luego tienen mucho potencial pero parece que cuesta trabajo ver a esos criaturas que hemos convertido en setos en movimiento como perros peligrosos, y además no tiene el pelo corto nada más que recién pelados.
Se han saltado al schnauzer gigante y al tchorny que es todavía más grande. Se han saltado al pastor del caúcaso, al mastín del Tíbet, al mastín napolitano.
Da la impresión que han preparado una lista basada en la hemeroteca y no en el peligro real que puedan llegar a representar. Da la impresión que con la lista de perros potencialmente peligrosos no han querido perjudicar a las razas autóctonas ni a los grandes perros que cuidan de grandes fincas…
Pero bueno, una norma de obligado cumplimiento no admite ni siquiera la opinión de criadores ni propietarios, que le vamos a hacer.
En fin, como con todo, siempre estarán los que cumplen todas las leyes y salen a la calle con todos sus papeles en regla con seguros para perros potencialmente peligrosos, con sus certificados veterinarios y su certificado de penales que le puede ser requerido en cualquier momento y los propietarios realmente peligrosos de perros potencialmente peligrosos que ni llevan papeles, ni collar, ni correa, ni esperan a que el perro muerda, que ya te muerden ellos.