Qué podemos entender que debe saber hacer nuestro perro como mínimo.
Pues hombre, lo suyo es que se sepa sentar, permanecer tumbado, venir a la orden (fundamental), ir a su sitio (o en su defecto la orden fuera) y que camine más o menos sin tirar.
El perro tira en la calle, vaya que si tira, encima le ponemos un arnés y la acabamos de liar, ya que un arnés es un elemento de tiro y se usa para que el animal al tirar no se haga daño y el esfuerzo que aplica sea lo más efectivo posible.
Hay varias formas de evitar que tire. Una es no sacarlo y ésa no vale, podemos trabajar con él órdenes encaminadas a que vaya más despacio y acomode su velocidad a la nuestra (no el “junto”, que es otra cosa) o bien podemos usar las herramientas que tenemos a nuestra disposición en el mercado.
Existen distintos tipos de collares y arneses, y a cada perro y cada amo le funciona uno distinto; p.ej. a un perro chato no le podemos poner un collar de ahogo sin arriesgarnos a una lesión grave.
Otro error es utilizar el collar de castigo o de pinchos como forma para evitar que tiren, porque contra lo que se piensa normalmente es un elemento excitante que tiende a enervar al perro y no a conseguir su rendición.
Intentar mantener la orden “junto” durante todo un paseo es torturante para el perro, porque no le da la mínima ocasión de relajarse, convierte un rato de relax para perro y propietario en ejercicio, y estar hora u hora y media de marcha al paso es bastante agotador porque no puedes dejar tú tampoco que el perro pierda el paso sin que sea desobediencia.
Lo más cómodo para ambos y lo más rápido es usar la herramienta adecuada que una vez que es correctamente utilizada convierte los paseos en un descanso y un placer.
¿Es importante que se siente y se tumbe? pues hombre, sí, ya se sienta y se tumba normalmente cuando le parece así que no vamos contra su naturaleza. Si tiene que permanecer tranquilo junto a nosotros en un local, sentados en la terraza de un bar o esperarnos en la puerta de un establecimiento, la posición de tumbado es la más correcta porque implica menos estrés.
Si durante el paseo nos paramos para cruzar la calle, hablar con algún conocido o incluso con alguien que quiera saludarlo, lo correcto es que se siente porque sin perder la atención ofrece un aspecto más controlado.
Venir a la orden. Fundamental, y aquí metemos la pata cada vez que hablamos, es muy corriente ver al propietario correr y gritar al perro para que venga y una vez que el pobre capitula y acude es apresado por el collar y se acaba el juego, y eso si, además, por tardar y dejarnos malamente delante del resto del parque no cobra.
Es para pensarse si vale la pena acudir la próxima vez.
Es mucho mejor enseñarlo desde pequeño a cortar el juego y acudir para ser premiado o sujeto un momento por el collar para luego volver a soltarlo y que siga jugando, de forma que la llamada no se convierta en un castigo si no en parte del juego, porque antes o después puede ser fundamental que sea capaz de abandonar lo que tenga entre manos o que deje de correr y vuelva, y no hacerlo puede costarle perderse o tener un accidente.
Ir a su sitio, la orden FUERA, es muy importante porque no siempre lo queremos dando vueltas a su aire por la casa, viene visita, o tenemos que limpiar, o queremos un rato de tranquilidad, o incluso está castigado por haber hecho alguna trastada y no tenemos que agarrarlo por el collar y arrastrarlo fuera, ya que es muy violento y totalmente contraproducente.