Terranova

Existen varias hipótesis sobre los orígenes del Terranova, pero la más oficial y la que figura en el estándar canadiense dice que el Terranova es un descendiente de perros autóctonos y de un “gran perro de osos negro, introducido por los Vikingos hacia el año 1100″.

La hipótesis americana se basa en el hecho de que el Terranova deriva de perros procedentes de Asia que llegaron a América por el estrecho de Bering hace 20 ó 30.000 años.

Aún existe una tercera versión que le atribuye un origen en gran parte europeo. Ante la colonización europea, el territorio del Terranova estaba ocupado por aventureros pescadores, concretamente vascos y portugueses. Estos pescadores disponían de unos almacenes donde salaban y almacenaban la captura.

Suponemos que disponían de enormes perros de guarda y, especialmente, por lo que se suponen vascos, perros emparentados con el Montaña de los Pirineos.

La alimentación rica y abundante (sobras de pescado) permitió evolucionar a estos perros. Ellos podrían ser la esencia inicial del Terranova.

A pesar de las aportaciones diversas de fuera, el aislamiento de la isla permitió a esta población canina adquirir cierta homogeneidad en menos de 200 años. La selección inglesa que se inició entre los años 1820 y 1830 hizo el resto.

Perro humanitario por sus dotes, el Terranova es también un perro muy gentil a pesar de su físico imponente, con buenas dotes para el medio acuático. En definitiva, un buen socorrista y una auténtica nodriza de los niños.

SALUD

El Terranova no presenta demasiados problemas de salud, siempre que se le cuide correctamente. La torsión de estómago es muy frecuente en el Terranova, pero esta predisposición no tiene mayor importancia si las condiciones de vida son la adecuadas (alimentación, ejercicio).

La raza paga su tributo a la displasia de cadera que en parte es hereditaria y de momento los avances científicos no han podido paliar o erradicar esta afección.

Al Terranova no le gusta el calor, debemos procurarle siempre un lugar sombreado y fresco e incluso un gran cubo de agua si fuera necesario. El enroscamiento de los párpados (ectropión) no se da mucho en este perro grande y los belfos anchos y con pliegues colgantes no son deseables.

TARJETA DE IDENTIDAD

  • Talla: 71 cms para los machos y 66 para las hembras.
  • Peso: 68 kilos para el macho, 54 para la hembra
  • Cuerpo: masivo en todas sus partes, espalda ancha y recta, riñón fuerte y bien musculado.
  • Cola: fuerte y ancha en su nacimiento para que sea manejable, colgante en reposo, horizontal con una curva en el extremo si el perro está excitado.
  • Pelo: Doble, impermeable, de longitud media, recto o ligeramente ondulado, subpelo dulce y denso.

CUIDADOS

Su pelaje deberá ser cepillado cada emana, salvo en periodo de muda, época en la que el cuidado debe ser más intenso. Podemos bañarlo de forma frecuente, pero corremos el riesgo de que quiera jugar en la bañera.

En cuanto a su alimentación, será suficiente con alrededor de 900 gramos por día de alimento completo para un macho adulto sin ningún tipo de actividad particular.

Esto, traducido en ración cocinada, corresponde a más de 500 gramos de carne diaria: las necesidades deben ser bien evaluadas.

El Terranova es un perro tranquilo por naturaleza, por ello para su ejercicio diario se puede contentar con unos metros cuadrados de jardín. También puede pasar con un cubo de agua para meter el hocico.

EDUCACIÓN Y COMPORTAMIENTO

El Terranova es un perro grande fácil de educar, al igual que el Leonberger o el Bouvier Bernois. Son las tres razas más destacables en su categoría. En cuanto a sus aptitudes acuáticas, está dispuesto a meterse en el agua en cualquier circunstancia. Su fama de perro de salvamento garantiza en cualquier caso su docilidad y sociabilidad.

Nos encontramos ante el perro de familia ideal – no por su tamaño -, que destaca por su tranquilidad y sencillez.

Su capacidad de afecto es sencillamente enorme. Da muchas muestras de afecto y nada le impide hacer un mimo a su dueño querido: cuidado con los muebles dentro de la casa o con las macetas o flores del jardín. Lo primero que llama la atención es su expresión muy dulce, nada normal en un perro negro con ojos marrón oscuro que más bien puede parecer severo.

Un Terranova es un animal inteligente que le encanta complacer a su dueño. Se adapta a cualquier situación si se le trata como a un auténtico perro y no como a un adorno de jardín.

Algunos consejos

Si queremos educar a este perro, tendremos que hacer hincapié en los ejercicios relacionados con la resistencia, para que el Terranova desarrolle potencia y pueda salir airoso de momentos comprometedores.

También es fundamental que le enseñemos a obedecernos y a mantenernos el respeto.

Hay que mostrarse flexible, puesto que estamos ante un can inteligente al que no habrá que insistirle con demasiada dureza. Está capacitado para tomar decisiones rápidas y para el improviso.

Este ejemplar debe correr a sus anchas. Habrá que estar muy pendiente de sacarlo a la calle y dejarlo suelto, pero controlado, en algún recinto o parque, para que pueda echar unas carreras libremente.

Si el parque tiene algún lago o lugar en el que exista agua, tendremos que extremar la vigilancia porque nuestro Terranova irá directo a bañarse. Si queremos verle disfrutar de verdad, podríamos llevarlo a la playa o a un río.

Su denso pelaje le hace pasar mucho calor; por eso insistimos en los baños al aire libre.

Sufre mucho con las altas temperaturas estivales debido a su espeso manto, el cual cepillaremos con brío, a ser posible todos los días. De hecho es mucho más vital desenredarle el pelo y dejarlo liso y suave al tacto con un enérgico cepillado que lavárselo.

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