Nacido de un Schauzer Gigante y un Airedale, es sin duda el más grande de los Terrier. Los que aprecian a los grandes “peludos” estarán satisfechos con su aspecto y su peculiar mechón de pelo sobre los ojos. Mezcla explosiva, este ruso bien puede ser angelical o demoniaco.
Se le puede educar con moderación para disfrutar al máximo de su compañía.
Aunque tiene un aspecto rudo, no debemos confundirlo con el Bouvier de Flandes. El Terrier Negro de Rusia constituye por él mismo un proyecto gubernamental concebido en la URSS después de la Segunda Guerra Mundial. Los diferentes cruces se hicieron entre Airedale, Riessen Schnauzer y Rottweiler. Se trabajó sobretodo el carácter.
Después de haber jugado un importante papel en el ejército soviético, la raza hizo su primera aparición a principios de los años 80.
Numerosos criadores, sobretodo del este de Europa, se inclinaron por el Terrier Negro, fue clasificado en el grupo de los Terrier y considerado como un perro de guarda y defensa.
Una talla por encima de la media, una cabeza larga con orejas colgantes, pequeños ojos ovales, una dentadura fuerte, un pecho ancho y profundo, miembros poderosos, es un perro robusto y musculoso. Pero al contrario de lo que pueda parecer, es vigoroso, dinámico y ligero.
A pesar de su peso, deberíamos verlo como se desplaza con una agilidad casi felina. Su aspecto es desenvuelto y su movimiento soberbio.
El “Tchorny”, su nombre ruso, conjuga carácter y belleza. Su pelaje negro puede estar salpicado de pelo gris. Una especie de largo flequillo le cubre los ojos. “Lo que más nos gusta es ese pelo ante los ojos, un poco parecido al Briard”, comenta un criador. Pero no debemos equivocarnos, necesita un arreglo sofisticado, con técnica de stripping y trabajarlo con tijeras.
Si le dejamos el pelo largo y cepillado desnaturalizamos un poco su aspecto tan singular. En efecto, los primeros ejemplares debían tener más el aspecto del Schnauzer y parecerse a estos perros tan rústicos y poco arreglados.
El estándar da cierta libertad en este aspecto, es la cuna de la raza la que hace referencia, pero actualmente, los perros más sofisticados se encuentran sin lugar a dudas en Rusia.
MANO DE HIERRO PARA SU EDUCACIÓN
Sociable, no obstante es un poco desconfiado con los extraños. Los acepta si el dueño hace las presentaciones pertinentes. Por el contrario, si su dueño es objeto de algún tipo de amenaza, reacciona violentamente.
Debemos estar siempre alerta, incluso aunque se trate de un perro muy sociable. Es necesaria una educación firme para obtener un perro equilibrado.
En consecuencia, necesita un dueño que le gusten las razas grandes y que esté acostumbrado a convivir con ellas.
Con un mínimo de educación conseguiremos aquello que queremos de un Terrier Negro. Su carácter cambiante puede hacerle pasar en pocos segundos de un estado tranquilo a uno febril, sin que ello suponga desequilibrio. Los que lo conocen afirman que no se trata de reacciones peligrosas, sino que son más bien que un signo de un temperamento fuerte. En compañía de otros perros se muestra muy tolerante.
Algunos dueños comentan que, a veces, atraviesan por una crisis de dominio hacia la edad de uno o dos años. Algunos machos padecen frecuentemente esta crisis. Nunca debemos dejar de lado a estos perros ni consentirles nada.
Por el contrario, debemos contener la más mínima manifestación de dominio o cualquier tentativa de poder.
Perro lleno de contradicciones, puede ejercer sobre nosotros una gran fascinación gracias a su físico o a su fuerza de carácter.
De hecho es muy Terrier, y su predisposición a la guarda no hace dudar para nada de su personalidad. Protector, sólo persigue una cosa: complacer a su dueño. Éste último no deberá privarle nunca de caricias, pero con mano de hierro.
REFERENCIAS
- Grupo: 3 (Terriers)
- Talla: de 66 a 72 cms el macho y de 64 a 70 cms la hembra.
- Peso: alrededor de 40 Kgs. la hembra y 50 Kgs el macho
CUIDADOS
Su pelo tiene un aspecto áspero, tupido y muy denso. El subpelo es particularmente abundante. Su aspecto lo distingue, por ello es recomendable ponerlo, de forma más o menos frecuente, en manos de un especialista para llevar a cabo un buen arreglo.
