Seguro que antes de escoger perro ya le has escogido un nombre que te gusta, que está de moda, que te parece sonoro, pero ahora ves al perro y no le pega el nombre, o sí.
Ten en cuenta sólo un par de detalles, tiene que ser un nombre sonoro, porque lo vas a usar mucho y seguramente a larga distancia, debe ser un nombre corto, máximo dos sílabas. Y mucho mejor que no termine en SI ni en NO, y dejamos esas palabras para otros usos.
Si la niña le pone el nombre al perro, luego no nos podemos extrañar de tener que llamar a princesa a gritos por la calle, y puede resultarnos un poco raro.
Mejor evitamos los nombres para perros de persona, no es cosa de que al llamar al perro se vuelva medio vecindario, y si podemos evitar los nombres de perros que puedan resultar comprometidos (negro, blanco, gordo) igual evitamos algún mal entendido y posible bronca.
Nos van a preguntar mil veces (sobre todo si el perro es simpático o llamativo) cómo se llama así que nos tenemos que preparar, si el nombre es raro, para repetirlo mil veces y para dar otras mil las explicaciones de dónde viene el nombre.
También es preferible que dos perros que se llaman igual no vivan muy cerca, vamos que no le pongas como al perro del vecino, para evitar confusiones.
Procura que toda la familia asuma el nombre del perro y lo use desde el principio, porque aunque es listo y va a saber cuándo lo llamas, si le evitas dudas en situaciones peligrosas es mucho mejor y más rápida la respuesta.
Para dar las órdenes hay a quién le gusta usar los nombres para perros y quién usa comodines: “sienta, bonito”, “sienta, bonita”. El nombre no es relevante para el entrenamiento del perro. Pues nada, ya puedes empezar a pensar en un nombre grande, fuerte y sonoro para tu próximo Yorkshire.