Samoyedo

El Samoyedo posee indiscutiblemente mucho carácter, como ocurre con todos los nórdicos que normalmente están muy próximos a la naturaleza.

ASPECTO GENERAL

  • Pelo: muy tupido, flexible y denso, con un subpelo corto y denso.
    Color: blanco, crema o blanco y biscuit
    Grupo: 5 (Nórdicos de trineo)
  • Cola: enroscada sobre la espalda en movimiento.
  • Cabeza: fuerte, stop bien definido, orejas muy pequeñas y separadas, comisuras de los labios un poco hacia atrás.
  • Peso: 23 a 30 kilos aproximadamente.
  • Talla: 54 a 60 cms (macho) o 50 a 56 (hembra)
  • Cuerpo: casi cuadrado, espalda de longitud media, musculada y recta..

CUIDADOS

Hay que cepillarlo regularmente, aunque este perro se cuida más fácilmente de lo que su pelaje aparenta.

Durante los periodos de muda pierde subpelo en abundancia lo cual se detecta por unas placas que aparecen particularmente en la espalda. Deberemos pues cepillarlo con un cepillo de púas metálicas más a menudo.

En un piso, tiene tendencia a renovar el pelo casi constantemente por lo que deberemos cepillarlo más a menudo si no queremos encontrar pelos blancos por todas partes.

Su pelaje, muy espeso, tiene tendencia a retener el agua, así pues no debemos bañarlo más que en el verano a menos que lo sequemos en profundidad con un secador. Podemos sustituir el baño por un champú seco. Debemos destacar que su pelaje tiene poco olor.

SU PERSONALIDAD

No deberemos olvidar un periodo de adaptación que le permitirá ser adquirido por los dueños más diversos. Perro de familia muy vivaz, guardián, perro de trineo, gran deportista, posee una naturaleza muy obediente.

Su físico sonriente corresponde a un carácter un poco travieso. Más sensible que otros nórdicos, gran amante de las caricias y ternura, tiene un don especial para ser travieso. Le encanta jugar, con la pelota, a persecuciones, etc.

Desde este punto de vista es un compañero ideal para los niños.

Inteligente, conseguirá rápidamente conocer las debilidades de sus dueños, pero no debemos creer que sea un perro delicado en su educación. Posee también un fondo de fidelidad con el que debemos contar.

Paciencia y progresividad se han de tener presentes. Su educación debe empezar pronto, pero sin pedirle demasiado durante mucho tiempo. Si las sesiones de educación se acaban con el juego las asimilará mejor. Algunas veces se ha dicho que el Samoyedo no posee instinto de jauría, esto es un error.

Posee un gran sentido de la jerarquía y se coloca bajo la bandera del que ostenta la autoridad en la familia, incluso aunque hayan otras personas que lo acaricien o le pongan la comida. Aunque se muestra muy amistoso con la gente, su sociabilidad le conduce a aceptar a todos sus congéneres.

El macho en particular puede ser un poco dominante y los enfrentamientos no le asustan. Originariamente habían sido utilizados como guardianes de rebaños y de ciudades.

Actualmente conserva el instinto de guardián de su territorio.

Aunque acepta los invitados sabe mantenerse vigilante con los que están al otro lado de la puerta. Debemos reconocer que si hay varios samoyedos juntos o en un mismo vecindario el silencio puede resultar difícil de obtener.

Finalmente, podemos decir que no es por casualidad que este perro de trineo, muy polivalente y adaptable desde siempre conserva su posición en numerosos países. Concretamente y en general, se lleva a cabo una cría de alto nivel que sin descartar su aptitud para el trabajo permite obtener muy buenos resultados en las exposiciones.

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