A los perros les hace felices saber quién manda en cada situación. Hágale saber a su perro que usted es el jefe y la vida de ambos será mucho más fácil.
¿Quién manda aquí?
Los niños aprenden de sus padres y profesores a compartir sus juguetes, a no hacer trampas y, sobre todo, a no ser dominantes.
Y si no se lo enseñan sus padres, no tardarán en aprender en el parque que a los demás niños no les gusta que les manden.
Los perros ven las cosas de otro modo. Les encanta que les manden; de hecho, necesitan que les manden, especialmente las personas de su vida.
Los perros son animales gregarios, y cuando habitaban en la naturaleza, vivían en sociedades altamente estructuradas y dependían del perro líder para subsistir.
En la actualidad, los perros no tienen los mismos imperativos de supervivencia, pero siguen teniendo instintos atávicos. Conciben a su familia humana como su manada y ven en su amo al líder de esa manada.
Los perros se sienten más seguros cuando saben quién manda. Sus manadas son lineales, con un líder en la cumbre.
Si las personas no asumimos ese papel, lo hacen ellos.
A la mayoría de perros no les gusta ser líderes, prefieren que les manden. Por eso, si usted es de la filosofía “vive y deja vivir”, su perro estará intranquilo, porque no sabrá quién es el líder y, aunque a regañadientes, llenará él mismo ese vacío de poder.
Cuando un perro intenta convertirse en el líder de la familia pueden surgir problemas.
En lugar de cumplir órdenes, cada vez se tornará más dominante. Es posible que empiece a gruñir, mordisquear o incluso a morder si siente la necesidad.
Una vez un perro asume el mando, es posible que se muestre reacio a abandonar su recién adquirido puesto, lo cual implica que seguirá mordiendo, gruñendo y empujándole hasta que alguien, usted u otro miembro de la familia, interceda y se haga con el poder.
Por este motivo, es necesario establecer su autoridad, para asegurarse de que su perro sabe que es usted, y no él, el que manda.
Hay que ser un líder benevolente. Un buen líder nunca abusa. Dominar no significa ser duro.