Aunque existen ligeras diferencias entre las distintas razas, e incluso entre individuos, todos los perros usan señales y gestos para comunicarse de manera más o menos similar.
Con frecuencia, es posible determinar qué siente un perro por la manera en que está parado, por sus movimientos o por su mirada, aunque existen señales menos evidentes.
Estos son algunos de los modos que los perros emplean para comunicarse con las personas u otros perros:
Ladridos
Los perros ladran por muchos motivos: para indicar que se divierten, que tienen miedo o que se sienten desamparados.
Ladran para llamar la atención o cuando oyen un ruido extraño del que quieren advertir a sus dueños.
El tono del ladrido varía según la motivación del perro. Un perro aterrorizado o angustiado ladra en un tono y patrón que indica aflicción. Mediante estos ladridos, solicita nuestra ayuda.
A pesar de que la mayoría de perros ladran para decir algo, otros lo hacen sólo por diversión, por costumbre o por aburrimiento. Este tipo de ladrido puede perpetuarse todo el día y acabar convirtiendo a su perro en una molestia para el vecindario.
Mordiscos
Morder es una acción natural en los perros que les proporciona gran satisfacción. Excepto cuando son cachorros y aún no han asimilado las normas de la casa, los perros aprenden rápidamente qué pueden y qué no pueden morder.
Rara vez un perro adulto hace pedazos unos mocasines o una revista por error. Los perros muerden cuando están ansiosos o aburridos, o cuando tienen demasiada energía y no realizan el ejercicio adecuado para quemarla.
Inclinación Protectora
Los perros son muy tocones y no respetan el “espacio personal” como las personas. Es frecuente que se acerquen a ellas y se recuesten sobre sus piernas. Nuestra reacción habitual es agacharnos y rascarles la cabeza, aunque no sea lo que ellos buscan.
Los perros que apenas se reclinan, en oposición a los que les gusta restregarse, quizá intentan expandir su espacio personal, robándole parte del suyo. A veces, éste es el modo canino de inclinarse agresivamente y decir: “soy un tipo duro y hago lo que me da la gana”.
Y a la inversa, algunos perros se recuestan sobre sus amos para pedir afecto y establecer sus posesiones, de modo similar a cuando una persona rodea con su brazo los hombros de su pareja al pasear por la calle.
Y por supuesto, algunas veces, su perro sólo se inclina porque le pica el cuerpo y se frota contra sus piernas porque no llega con las patas.
Piernas Nerviosas
Casi todos los perros, en algún momento de su vida, muestran un interés excesivo por las piernas humanas.
Este hábito desagradable no es exclusivo de los machos.
Tras la castración, la mayoría de perros acaban por superarlo, pero algunos continúan practicándolo. No se trata de sexo, sino de poder. Al agarrarse a las piernas de las personas, los perros intentan decir “estoy más alto en el tótem que tú”.
Lametones
En el pasado, muchos expertos creían que los perros lamían las caras de las personas por el mismo motivo que lamían las de sus madres: para indicar que tenían hambre.
Hoy, un lametón de un perro se considera más un tributo que una petición de comida.
Al lamerle la cara, el perro reafirma su subordinación y le manifiesta su amor y respeto. “Le dice que es la cosa más maravillosa de la Tierra”.
Renqueos y Cojera
No es algo insólito que un perro se haga un esguince, pero ocurre mucho menos de lo que sus renqueos teatrales pueden sugerir.
Muchos perros emplean esta señal clásica para llamar la atención, llegando a confundir incluso a los cuidadores más entendidos.
Un día vi a un perro vagabundo caminando a tres patas, como si la cuarta hubiera quedado inutilizada pero, una vez en mi apartamento, el perro empezó a correr a toda velocidad a cuatro patas y saltó sobre mi cama. «Misión cumplida.”
Hocicos cariñosos
Cuando los perros envuelven su mano con el hocico, sin utilizar los dientes, le están rindiendo un saludo amistoso.
Este gesto es común entre los labradores y otros perros cobradores, que se han criado para conducir la caza hasta sus amos, sin embargo, estos mordiscos no siempre son suaves.
Cuando dos perros juegan, uno usa la boca para cerrar el hocico del otro.
Un perro que emplea los dientes, aunque sea de un modo controlado, con las personas, está siendo ligeramente agresivo y esta actitud puede derivar en otras formas de agresión.
Roces de Nariz
A los perros les encanta empujar a la gente con la nariz. En la mayoría de las ocasiones, tan sólo piden afecto, o quizá la silla en la que usted está sentado es su favorita y quiere que se vaya para hacerse con ella.
Sonrisas
Los cobradores de la bahía de Chesapeake son célebres porque se les sube el labio superior cuando están contentos.
Los malamutes de Alaska y los samoyedos también son conocidos por sus sonrisas.
No obstante, la mayoría de los perros no sonríe como nosotros, sino que sólo adoptan una expresión burlona cuando se sienten amenazados y agresivos, y deciden enseñarnos los dientes.
Lamerse el Hocico
Cuando un perro saca repetidamente la lengua para lamerse el hocico, es signo indiscutible de que se siente inquieto. Los perros suelen hacer este gesto cuando analizan una situación nueva o deciden si aproximarse o no a un extraño.
También es común que saquen la lengua cuando están muy concentrados, como durante una sesión de adiestramiento.
Bostezar
Las personas bostezan cuando están cansadas o aburridas, pero, en el lenguaje canino, los bostezos suelen ser señal de estrés.
Un buen bostezo reduce la presión sanguínea y los ayuda a relajarse.