Whippet

Parece ser que no se sabe con exactitud cuando apreció el Whippet. Aunque bautizado en el siglo XIX y utilizado oficialmente en concursos desde 1890, en Francia, por ejemplo, se encuentra desde 1650.

Un admirador de los Stuarts ofreció una pareja de lebreles a Henrieta, la hermana de Carlos II rey de Inglaterra, que se refugió en Francia después de la guerra civil que estalló en Londres.

Así pues, nos encontramos ante los primeros Whippet ingleses en la corte.

En esa época este perro era una auténtica fuente de inspiración para los artistas: las formas armoniosas de su cuerpo fino, pero musculado, su mirada expresiva y la pureza de sus líneas lo convertían en un excelente modelo.

Además de ser un animal dotado de un aire muy británico, se prestaba muy bien a largas sesiones posando.

Entre los numerosos pintores que lo retrataron podemos citar a Bautista Oundry que pintó, en 1725 los Whippet de Luis XV, Misse y Turlu. Los célebres jardines de Marly acogían la escultura de Diana cazadora y sus Whippets de Fremin.

Más próximo a nosotros, fue Marianne, la esposa de Lamartine, la que inmortalizó sobre tela la fama de este animal.

Considerado como perro de lujo por los nobles y utilizado para la caza, el Whippet ha visto modificada considerablemente su imagen a partir de finales del siglo XIX.

De hecho, es en esta época cuando se le diferencia del legendario lebrel inglés y aparecen en las carreras con conejo, hasta entonces reservadas a los Terriers, después en las carreras a trapo, que fueron las que lo consagraron.

Los Whippet eran considerados entonces el caballo del pobre, porque le permitía al dueño conocer, con pocos medios, los entresijos de las carreras de caballos.

El Whippet está inscrito en el grupo 10, sección 3: lebreles con pelo corto según la FCI. Parece ser que cuenta con dos grandes ventajas: un cuerpo refinado, al cual sucumben los más exigentes estetas y un buen carácter, una talla reducida.

En resumen, el Whippet, si puede ser deportivo es muy adecuado para las exigencias actuales. A pesar de su aire frágil, este perro está preparado para afrontar el siglo XXI.

ALIMENTACIÓN

Estamos acostumbrados a oir que el Whippet es delgado. Esto es falso. Correctamente alimentado, simplemente es esbelto, por su constitución. Normalmente, el Whippet no es un gran comedor, aunque algunos pueden ser un poco glotones.

Así, pues, se conforman con una alimentación canina normal. Escojamos una alimentación casera o industrial, lo importante es no cambiar de tipo de alimentación constantemente.

TARJETA DE IDENTIDAD

  • Talla: de 44 a 51 cms para los machos, de 44 a 47 para las hembras.
  • Peso: entre 7 y 10 kilos, aunque el standard no impone ningún peso.
  • Pelo: Fino, corto y tupido.
  • Colores: cualquier color o mezcla de color.
  • Orejas: en forma de rosa, es decir, retiradas hacia atrás, ni colgantes planas sobre las mejillas ni derechas. Pequeñas y de textura fina.
  • Cola: sin flecos, larga, estrechándose hacia el final. En acción llevada con una delicada curva, pero no por debajo de la línea de la espalda.

CUIDADOS

Su pelo corto no acumula polvo ni humedad. El Whippet no necesita, pues, ningún tipo de cuidado, pero un pequeño masaje con un guante de caucho le ayudará a eliminar el pelo muerto.

Se comporta como un auténtico gato, se deja pasar el guante con mucha paciencia.

Raza Whippet

ENTORNO Y ACTIVIDADES

Ante las múltiples posibilidades de actividades que el Whippet puede desarrollar no tendremos más que el problema de escoger cual. En todos los casos y en cualquier actividad, nuestro perro estará encantado de acompañarnos.

Es un buen perro de compañía y aunque le encantan las carreras, es ante todo un buen perro de sofá.

También podemos verle sobre el terreno obedecer perfectamente al adiestramiento y dar pruebas de su “profesionalidad” en una pista de agility.

El entrenamiento no debe empezarse muy pronto ni demasiado tarde. El perro, efectivamente, debe haber finalizado su crecimiento, pero la intensidad de algunos deportes requiere que esté al cien por cien de sus capacidades físicas.

Siendo como es un perro muy adaptable, será también muy apto para la vida en un piso o en una casa, tanto al sol como en la nieve y será el compañero ideal de un joven deportista o de una anciana adorable, ya que él, lo único que quiere es estar con su dueño.

EDUCACIÓN Y COMPORTAMIENTO

Si bien es cierto que posee una clara tendencia a temblar, el Whippet no es, no obstante, friolero. Estos temblores son el síntoma de impaciencia o excitación.

Para hacerse entender, el Whippet no ladra, tiembla. Es su forma de comunicarse. Es un perro muy sociable sin ni un gramo de agresividad.

Debemos prestar atención para que los niños, a los cuales adora, no lo molesten demasiado, pues se prestará sin rechistar a todos sus caprichos. No debemos contar con él demasiado para guardar la casa.

Una de sus particularidades es su sensibilidad extrema. No sirve de nada gritarle, mejor ser dulce con él. Por ello la educación del cachorro es muy simple, este perro hará cualquier cosa por complacernos.

A cambio sólo pide un lugar confortable donde dormir. Como curiosidad, el Whippet soporta muy bien largos viajes en coche.

Su gran defecto es que detesta la soledad. Si no podemos llevarnoslo a todas partes o estar mucho con él, debemos procurarle un compañero, otro perro o un gato.

SALUD

Contrariamente a lo que se suele creer, el Whippet no es ni frágil ni se pone enfermo a menudo.

No obstante, debe tenerse en cuenta la introducción de analgésicos tanto en esta como en otras razas.

El Whippet puede tener algunas diarreas debidas a los disgustos. en esta raza suele ser frecuente la presentación de estas anomalías cuando se afecta su sensibilidad.

Aunque su pelo es corto, no debemos exponerlo a la intemperie y secarlo cuando se moje.

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