De las cuatro variedades con las que cuenta la raza belga, representa la menos conocida. Entre el Malinois y sus hermanos Tervueren y Groenendal, el Laekenois intenta hacerse sitio.
Pastor rústico, de pelo duro, ofrece el mismo carácter excepcional y un aspecto ligeramente desgreñado que seducirá a más de uno.
Aunque la historia de los pastores belgas es desconocida, se sabe que las cuatro variedades se desarrollaron a partir de numerosos perros de pastor presentes en Bélgica a finales del siglo XIX.
El Laekenois debe su nombre al castillo de Laeken, situado en la región de Boom, cerca de Amberes. Los orígenes del Malinois y del Laekenois iban ligados. Adrien Janssen, pastor del territorio real del Laeken, utilizaba regularmente este tipo de perros.
El Laekenois apareció en Francia a principios de los años 60, pero esta variedad permaneció, a pesar de todo, inadvertida, debido al auge del Groenendal y el Tervueren, y por supuesto, del Malinois.
Incluso en su país de origen, este pastor belga de pelo duro está poco repesentado.
En contrapartida, captó la atención de los holandeses y tuvo un gran auge en los Países Bajos, incluso en los Países nórdicos, donde suscitó un gran interés.
Cada uno de los “cuatro belgas” presenta un color, una longitud y una textura de pelo diferentes. El Laekenois tiene el pelo duro, áspero al tacto. Los primeros sujetos presentaban colores variados. Podemos destacar los grises, aunque no acabaron de consolidarse. Actualmente sólo se reconoce el leonado como color del pelaje.
UNA VITALIDAD ASOMBROSA
El Laekenois posee un carácter entero y un temperamento extraordinario. Intrépido, no obstante guarda las distancias con los desconocidos.
No hace demostraciones ni de exceso de agresividad, ni de ternura desbordante. De una vitalidad asombrosa, posee una enorme necesidad de desvivirse para ser equilibrado. Esto implica que la vida en un piso debe complementarse con largos y numerosos paseos.
El Laekenois está loco por la vida en familia, se entiende a la perfección con los niños y agradece las demostraciones de cariño hacia él. Su dueño debe ser tranquilo, pendiente de su perro y tener un comportamiento igualmente razonable, sin exceso de autoridad.
¿Por qué debemos decidirnos por un Laekenois? Quizá por su originalidad, por la fidelidad a su dueño, mayor que la de otros pastores belgas.
Este perro, aún un poco desconocido, puede verse en algunas exposiciones. Sus utilidades pueden ser interesantes, pero como los otros pastores belgas, algunas son más conocidas por su éxito sobre el terreno, el Laekenois puede ser un perro de trabajo muy receptivo a las instrucciones de su dueño y perfectamente equilibrado.
REFERENCIAS
- Grupo: 1 (perros de pastor)
- Talla: machos de 60 a 66 cms, hembras de 56 a 62.
- Peso: no sobrepasa los 30 Kgs.
CUIDADOS
Es preciso darle una especial importancia al cuidado del pelo. Debemos hacer un trimming regularmente, en periodos de muda, para favorecer una buena reposición del pelo.
Las orejas deben depilarse a mano regularmente también.
El criador puede enseñarnos como hacerlo hasta que tenga siete u ocho meses que es cuando tendrá el pelo de adulto. Antes, podemos hacerlo nosotros mismos.