Dogo del Tíbet

TARJETA DE IDENTIDAD

  • Talla: 66 cms o menos en el macho, 61 en la hembra.
  • Peso: de 55 a 80 kgs.
  • Pelo: fino, pelo duro, derecho y abierto, nunca sedoso, ni rizado ni ondulado, el pelo es sensiblemente más denso en el macho que en la hembra. La calidad importa más que la cantidad. En la estación fría se da la presencia de un subpelo espeso que se vuelve demasiado claro en los meses de verano.
  • Colores: Negro intenso, negro y fuego (negro y leonado), marrón, diferentes tonos de dorado, de gris e igualmente gris con manchas doradas. Se admite una estrella blanca sobre el pecho y se toleran en los pies manchas blancas pequeñas.
  • Orejas: de talla mediana, de forma triangular, colgantes, llevadas bajas.
  • Cola: mediana o larga, no sobrepasa la punta del corvejón. Pegada alta, se enrosca de lado sobre la espalda.

ENTORNO Y ACTIVIDADES

El Dogo del Tíbet es un perro robusto. Puede dormir sin problemas en invierno en el exterior siempre que tenga a su disposición un lecho.

Hubo una época en la que se decía que soportaba mal el calor. El dogo del Tíbet sabe aclimatarse.

Actualmente podemos encontrarlo en regiones cálidas, en Europa, donde vive sin ninguna dificultad, pero una cosa si es cierta: llueva, haga viento, nieve o haga el tiempo que haga, le encanta pasar largas horas en el exterior, sólo por el placer de vigilar.

El Dogo del Tíbet no es un perro para un piso.

No necesita grandes espacios, pero sí un mínimo de jardín. Le encantan los paseos, y aunque no es un perro ligero y rápido, el agility le conviene. Suelen ser las hembras las que practican esta disciplina.

EDUCACIÓN Y COMPORTAMIENTO

La educación del Dogo del Tíbet debe iniciarse muy pronto con el fin de asentar rápidamente la jerarquía. El macho posee cierta tendencia a sopesar la autoridad de sus dueños, principalmente en la pubertad.

Es un perro que funciona mucho según los sentimientos.

Es un excelente guardián para la casa y su familia. Además cohabita sin dificultad con los otros animales del hogar.

Por el contrario, un perro extraño no entrará en su territorio sin problemas. Fuera del hogar se muestra como un perro sereno. Aunque su aspecto severo inspira respeto, no es un perro peligroso. Estable y equilibrado, es independiente por naturaleza.

Es un poco como un gato, pues es muy cariñoso cuando tiene sus momentos. Durante el día duerme un poco para estar más activo por la noche.

Cuando el día acaba se vuelve más vigilante pues para él es la hora de los depredadores: Tiene entonces cuatro ojos y cuatro orejas.

Es mejor hacerlo dormir dentro de casa, sobre todo hasta la edad de un año, si tenemos vecinos próximos, si no éstos últimos correrán el riesgo de oírlo ladrar gran parte de la noche.

ALIMENTACIÓN

El Dogo del Tíbet se conforma con una comida muy frugal. Algunos propietarios se extrañan viéndolos comer menos cantidad que cualquier otro perro mucho más pequeño.

Razón de más para no rompernos la cabeza para preparar platos caseros a fuego lento.

La alimentación industrial, más ventajosa desde el punto de vista de el precio, del tiempo de preparación y de las condiciones de almacenaje, es perfectamente adecuado.

Principalmente el primer año debemos vigilar la cantidad de comida, pues es en este periodo de crecimiento cuando el Dogo del Tíbet alcanzará su talla y su peso máximos.

La alimentación debe ser muy rica a fin de cubrir sus necesidades. Pero en ningún caso debe ser pesada, es decir, hiperproteica.

Hasta la edad de un año, las comidas deben fraccionarse

El perro come tres veces al día, mañana, mediodía y noche, alrededor de 600 grs. de pienso. Podemos pasar a una o dos comidas por día utilizando pienso adaptado a la edad y a las necesidades del perro.

CUIDADOS

El Dogo del Tíbet tiene el pelo corto a medio largo. El pelaje es más largo en el cuello, el reverso de la cola y cuartos traseros, tanto el exceso como la falta de pelaje se considera un defecto.

Su pelo no precisa un cuidado excesivo: un buen cepillado regularmente es suficiente. Además, sólo muda una vez al año.

Es conveniente, pues, cardar el pelo en este periodo. Un ventaja: no encontraremos pelos por todas las partes de la casa. Según el clima adaptará sus costumbres.

Si vivimos en una región particularmente cálida nuestro pastor del Tíbet no tendrá prácticamente subpelo.

SALUD

No es un perro que necesite mucho del veterinario. Ni más ni menos que otros molosoides puede tener problemas de cadera.

Es pues un punto sobre el cual debemos prestar mayor atención. Por otro lado, el riesgo de entropión o párpados enroscados hacia el interior, es una patología que puede darse en la raza.

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